¿Nadie te enseñó a ser mujer?

El primer modelo como sabes y  lo habrás leído en uno de los blogs anteriores es en definitiva mamá. A través de la convivencia con ella vas interiorizando las distintas enseñanzas que te acompañarán en la vida, salvo que hagas un serio y profundo trabajo donde te cuestiones esos aprendizajes, juicios, costumbres, creencias y decidas con qué te quedas y en qué vas a desobedecer con amor.

Y la primer pregunta ahora es ¿Te habría gustado que en algún momento te hubieran impartido una clase para integrar toda esa información que nos brinda crecer con mamá y aprender a asentirla desde tu corazón como nos lo enseñan las Constelaciones Fluviales?

Desde luego no hay un camino único para aprender a ser mujer, ya que ser mujer es una experiencia única e individual para cada una de nosotras y tiene que ver con tu dinámica familiar, con tus percepciones, tal vez te has dado cuenta que cada hijo tiene una apreciación muy personal sobre sus papás y eso va marcando las grandes diferencias.

En la experiencia se ha visto que hay algunas prácticas que te pueden ayudar a desarrollar tu identidad como mujer:

  1. Aprender sobre la historia y la cultura de las mujeres: Conocer las formas como las mujeres  han llegado a tantos logros  a lo largo de la historia puede ayudarte a comprender mejor tu identidad como mujer, desarrollar la empatía y fomentar la sororidad.

  2. Conocer y aceptar tus emociones: Entender tus emociones y aprender a procesarlas de una manera saludable es un aspecto importante de la identidad de género. Este punto es vital y lo desarrollaremos en este mismo blog por su trascendencia.

  3. Desarrollar hábitos que te ayuden a cuidarte en lo físico, mental y espiritual: Mantener una vida con actividades relacionadas con tu salud integral puede ayudarte a sentirte más segura y desarrollar tu autoconfianza.

  4. Conocer a otras mujeres: Rodearte de otras mujeres puede ser una forma valiosa de aprender y crecer como persona.

  5. Practicar la autoaceptación: Aprende a aceptarte y amarte a ti misma, incluyendo tus fortalezas y debilidades.

Recuerda que ser mujer es un viaje continuo de autoconocimiento y crecimiento personal. Lo más importante es ser amable contigo misma y aprender a amar y aceptar todas las partes de ti.

Y como mencionamos previamente, entender y procesar las emociones es una habilidad importante para cualquier persona, hombres y mujeres debiéramos darnos a la tarea de aprender y poner en práctica la gestión emocional.

Aquí hay algunas sugerencias que encontré y que pueden ayudarte como mujer a entender tus emociones:

  1. Reconocimiento de emociones: Identificar y nombrar las emociones que estás experimentando es un primer paso importante para comprenderlas.

  2. Aprende sobre tus emociones: Invierta tiempo en conocer más sobre las emociones y cómo funcionan.

  3. Practica la atención plena: Practicar la atención plena, como meditación o yoga, puede ayudarte a concentrarte en tus emociones y comprenderlas mejor.

  4. Habla sobre tus emociones: Compartir tus emociones con amigos, familiares o un terapeuta puede ser una forma valiosa de procesarlas.

  5. Analiza tus pensamientos: Aprende a diferenciar tus emociones de tus pensamientos y a cuestionar los pensamientos negativos o irracionales que puedan estar contribuyendo a tus emociones.

  6. Practica la regulación emocional: Aprende técnicas para regular tus emociones, como la respiración profunda o la visualización.

Por mi parte te compartiré el modelo que yo creé para tener una referencia de la gestión emocional y es el acróstico de ARCA

Acepta y abraza tu emocionalidad, las emociones son tu fuerza de poder cuando las tienes a favor, esto se logra:

Reconociendo cada una de tus emociones y las alarmas que las disparan para poder actuar con anticipación, es decir, no esperar a que seas presa de ellas.

Comprende que cada uno trae su historia, empezando por tí, esto te permite tomar distancia antes de involucrarte sin tener el contexto de lo que ocurre de fondo.

Adapta/Ajusta lo que estás necesitando en tu interior para que la situación no se desborde, si es preciso no la atiendas en ese momento hasta que estés en condiciones de hacer el mejor manejo de ella. 

Las sugerencias que te he compartido y algunas técnicas que seguiremos desarrollando en su momento te serán de gran valor.

Recuerda que todos tenemos diferentes formas de procesar y entender nuestras emociones, y lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Lo más importante por lo pronto, es encontrar lo que funciona para ti y ser amable contigo misma en el proceso.

Cuéntanos en las Redes Sociales, qué es lo que a ti te ha funcionado y ayúdanos a todas a tener una mejor gestión emocional.

Así seguimos aprendiendo a SER MUJER.

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Dos pasos

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