A las mujeres en general se nos ha dificultado relacionarnos de forma armoniosa con los hombres, una de las distintas razones (sabemos que hay diversas teorías del desarrollo que sostienen sus puntos de vista), puede ser que haya iniciado en la primera infancia cuando al alejarnos del modelo femenino, comenzamos a vincularnos con el masculino desde un lugar muy diferente al deseado. Es decir que  la hija se identifica con aspectos que se asocian al mundo de los hombres y de esta forma ni se toma a mamá, ni se toma a papá con sus características propias según sus energías. La hija empieza a admirar cómo los hombres se orientan al logro de sus objetivos y se van convirtiendo en personas exitosas, lo cual se muestra tentador para la mujer.

Sin embargo, esta tendencia va creando una serie de confusiones en las mujeres que al irse "masculinizando" se van alejando del ser femenina desde su esencia. Va dejando su Divino Femenino.

En...

Nada hace más daño a la autoestima de nuestros hijos que las constantes expectativas que se depositan en ellos,  así cuando se dan cuenta que no se les quiere y se les acepta por ser quienes son, empiezan a buscar la manera de obtener reconocimiento, aceptación,  y empieza su búsqueda de querer saber qué desean los papás que hagan para obtener su amor,  por eso las expectativas son el enemigo número uno en la relación familiar. Y si venimos a darnos cuenta, también afectan todas las áreas de nuestra vida, porque estamos siempre viviendo en la ilusión de lo que queremos que sea y en ese momento nos perdemos del instante presente y de toda la maravilla que existe en la esencia de tus hijos. Una de las enseñanzas más importantes debiera ser aceptar lo que es y dejar de luchar sin sentido en todo aquello que no se puede cambiar. 

Por supuesto no deseo que mal interpretes...

Los planteamientos de la  Dra. Shefali, experta en la materia, han tenido una gran acogida en las familias, porque ella habla de una visión muy innovadora en cuanto a la educación que requieren los niños hoy en día,  para llegar a la adolescencia y por supuesto a la vida adulta, con recursos emocionales que le permitan valorarse,  honrarse sabiendo que su identidad no la determinan propiamente los demás.

Este aspecto en la adolescencia es de vital importancia, porque cuando un chico conoce su valor y no requiere de la aprobación de los demás, sabe que no necesita involucrarse en temas de adicciones, alcoholismo, tabaquismo, o sentirse presionado por iniciar una vida sexual activa sin tener la claridad para ello, sólo por ser parte de los grupos de amigos o compañeros en los que se desenvuelve.

La Dra. Shefali  hace referencia a que en contraposición al control y al miedo con el que muchas veces...